Conducía camino a mi casa durante una noche lluviosa; delante de mi
iba otro automóvil que constantemente me deslumbraba con una luz
proveniente de la parte de atrás del automóvil. Me molesté pues a demás
de la lluvia y el estado de la carretera tenía que lidiar con el
destello que aquel automóvil me reflejaba.
Pensé que algún niño travieso llevaba algún artefacto luminoso e iba jugando por la carretera.
Más adelante llegamos a un semáforo donde un poco molesto me coloqué
al lado de aquel automóvil, cuando se abrió la ventana del otro auto y
el conductor me dijo:
- "Disculpe, pero su luz izquierda está
desprendida Debería repararla o puede tener algún accidente" Me dí
cuenta entonces que el reflejo era producto de mi luz averiada
Esto me hizo reflexionar mucho sobre lo que pensamos de los demás.
A veces una actitud negativa o mala de otras personas, puede no ser
mas que el reflejo de nuestras acciones en aquella persona.
Comprendí entonces las palabras de Jesús de tratar a los demás como
quisiéramos ser tratados, y servir como si fuéramos los últimos para
así ser los primeros.
Mantén la paz con tus amigos y compañeros, y antes de criticar o juzgar,
mira tu corazón y piensa si aquello no es el resultado de tus acciones
para con aquella persona.
“De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio."
Valores
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