Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar, si con ellos miro, nunca volveré a pecar-Catholic.net
gadgets para blogger

Arriba Vainillitas!

Photobucket
English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 31 de enero de 2014

Sueños y enseñanzas de San Juan Bosco


Este es su sueño mas famoso

Sus tres grandes amores son Jesús Sacramentado, María Auxiliadora y el Sumo Pontífice, quienes fueron protagonistas en uno de sus mas famosos sueñosproféticos:

Don Bosco vio que una gran barca (la Iglesia) navegaba en un mar tempestuoso piloteada por el Romano Pontífice, y a su alrededor muchísimas navecillas pequeñas (los cristianos). De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo, etc., etc.) y empezó una tremenda batalla.

A los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. Las naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar dos inmensas y poderosas columnas (o pilares). Sobre la primera columna está la Sagrada Eucaristía, y sobre la otra la imagen de la Virgen Santísima.

La nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a los dos pilares y asegurándose de ellos ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en cambio a las naves amigas les arregla todos sus daños.

Todo el ejército enemigo se retira derrotado, y los cristianos con el Santo Padre a la cabeza entonan un Himno de Acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora. El sueño es detallado e incluye a varios papas...

«La Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento».

Estimamos que la visión de los pilares es muy actual. Corresponde a la visión del S.S. Juan Pablo II para la Iglesia.  Nosotros debemos estar en sintonía espiritual con el Papa y cooperar con el de todo corazón para que la barca, la Iglesia, avance hacia los pilares.



Del Libro : DON BOSCO Amigo de los jóvenes .
P. Raúl A. Extraigas S. D. B. (Adaptación)
Ediciones Don Bosco
Don Bosco 4069 – (C1206ABM)
Tel : 4883 – 0115 / 0116 / 4981 – 7314 – Fax : 4958 – 1506
Ciudad de Buenos Aires . Argentina
Editorial Santa María
Av. Rivadavia 8517 – (C1407DYH)
Fax : 4672 – 9067 / 9112 / 9417
Ciudad de Buenos Aires . República Argentina .


PENSAMIENTOS DE DON BOSCO
 
La ayuda de Dios no falta cuando se trabaja de veras y con fe.
 
El demonio tiene miedo a la gente alegre.
 
Haz que todos los que hablan contigo se hagan amigos tuyos.
 
Trata de hacerte querer más que temer.
 
Preocúpense especialmente de los enfermos , de los niños , de los ancianos y de los pobres , y ganarán la bendición de Dios y la benevolencia de los hombres.
 
El amor da fuerzas para soportar las fatigas , los disgustos , las ingratitudes , la falta de disciplina , las ligerezas , las negligencias de los jóvenes.
 
Recuerda que todo cristiano tiene la obligación de ayudar a los demás , y que no hay predicación más eficaz que la del buen ejemplo.
 
La caridad todo lo soporta , de donde se deduce que no tendrá jamás verdadera caridad el que no quiere soportar los defectos ajenos.
 
La Comunión devota y frecuente es el medio más eficaz para tener buena muerte y así salvar el alma.
 
El alimento del alma es la Palabra de Dios.
 
Para hacer el bien hay que tener un poco de valor.
 
Bueno es el cuerpo cuando esté aseado , pero mejor es tener la conciencia limpia de toda culpa.
 
¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad ? Da limosna a los pobres.



http://www.corazones.org/santos/juan_bosco_historias.htm

martes, 21 de enero de 2014

SANTA INÉS DE ROMA



Hoy, 21 de enero, celebramos a santa Inés de Roma, mártir y Patrona de los Adolescentes. 


Santa Inés es una de las santas más populares del calendario. Una de las figuras más graciosas, una de las heroínas más cantadas por los poetas y los Santos Padres. Es el prototipo de la virgen fiel consagrada a Cristo, desde su más tierna edad.

Es condenada al martirio tras haber rehusado la mano del hijo del Prefecto de Roma, por lo que fue acusada de cristiana y juzgada. 

Los restos virginales fueron enterrados en la Vía Nomentana, en las llamadas catacumbas de Santa Inés. Todavía hoy, el 21 de enero de cada año, se bendicen en este lugar dos corderillos con cuya lana se teje al pallium del papa y de los arzobispos. Santa Inés sigue siendo hoy ejemplo de las jóvenes cristianas.

Señor, que a ejemplo de santa Inés, podamos tener un amor puro, evitando cualquier tentación.


https://www.facebook.com/como.rezar

Querés saber más sobre Santa Inés?...podés visitar aquí

miércoles, 8 de enero de 2014

EL CUARTO REY MAGO



Cuenta una leyenda rusa que fueron cuatro los Reyes Magos. Luego de haber visto la estrella en el oriente, partieron juntos llevando cada uno sus regalos de oro, incienso y mirra. 
El cuarto llevaba vino y aceite en gran cantidad, cargado todo en los lomos de sus animales.

Luego de varios días de camino se internaron en el desierto. Una noche los agarró una tormenta. Todos se bajaron de sus cabalgaduras, y tapándose con sus grandes mantos de colores, trataron de soportar el temporal refugiados detrás de los camellos arrodillados sobre la arena. 
El cuarto Rey, que no tenía camellos, sino sólo burros buscó amparo junto a la choza de un pastor metiendo sus animalitos en el corral de pirca. Por la mañana aclaró el tiempo y todos se prepararon para recomenzar la marcha. Pero la tormenta había desparramado todas las ovejitas del pobre pastor, junto a cuya choza se había refugiado el cuarto Rey. Y se trataba de un pobre pastor que no tenía ni cabalgadura, ni fuerzas para reunir su majada dispersa.

Nuestro cuarto Rey se encontró frente a un dilema. Si ayudaba al buen hombre a recoger sus ovejas, se retrasaría de la caravana y no podría ya seguir con sus Camaradas. El no conocía el camino, y la estrella no daba tiempo que perder. Pero por otro lado su buen corazón le decía que no podía dejar así a aquel anciano pastor. ¿Con qué cara se presentaría ante el Rey Mesías si no ayudaba a uno de sus hermanos?

Finalmente se decidió por quedarse y gastó casi una semana en volver a reunir todo el rebaño disperso. Cuando finalmente lo logró se dio cuenta de que sus compañeros ya estaban lejos, y que además había tenido que consumir parte de su aceite y de su vino compartiéndolo con el viejo. Pero no se puso triste. Se despidió y poniéndose nuevamente en camino aceleró el tranco de sus burritos para acortar la distancia. Luego de mucho vagar sin rumbo, llegó finalmente a un lugar donde vivía una madre con muchos chicos pequeños y que tenía a su esposo muy enfermo. Era el tiempo de la cosecha. Había que levantar la cebada lo antes. posible, porque de lo contrario los pájaros o el viento terminarían por llevarse todos los granos ya bien maduros.

Otra vez se encontró frente a una decisión. Si se quedaba a ayudar a aquellos pobres campesinos, sería tanto el tiempo perdido que ya tenía que hacerse a la idea de no encontrarse más con su caravana. Pero tampoco podía dejar en esa situación a aquella pobre madre con tantos chicos que necesitaba de aquella cosecha para tener pan el resto del año. No tenía corazón para presentarse ante el Rey Mesías si no hacía lo posible por ayudar a sus hermanos. De esta manera se le fueron varias semanas hasta que logró poner todo el grano a salvo. Y otra vez tuvo que abrir sus alforjas para compartir su vino y su aceite.

Mientras tanto la estrella ya se le había perdido. Le quedaba sólo el recuerdo de la dirección, y las huellas medio borrosas de sus compañeros. Siguiéndolas rehizo la marcha, y tuvo que detenerse muchas otras veces para auxiliar a nuevos hermanos necesitados. Así se le fueron casi dos años hasta que finalmente llegó a Belén. Pero el recibimiento que encontró fue muy diferente del que esperaba. Un enorme llanto se elevaba del pueblito. Las madres salían a la calle llorando, con sus pequeños entre los brazos. Acababan de ser asesinados por orden de otro rey. El pobre hombre no entendía nada. Cuando preguntaba por el Rey Mesías, todos lo miraban con angustia y le pedían que se callara. Finalmente alguien le dijo que aquella misma noche lo habían visto huir hacia Egipto.

Quiso emprender inmediatamente su seguimiento, pero no pudo. Aquel pueblito de Belén era una desolación. Había que consolar a todas aquellas madres. Había que enterrar a sus pequeños, curar a sus heridos, vestir a los desnudos. Y se detuvo allí por mucho tiempo gastando su aceite y su vino. Hasta tuvo que regalar alguno de sus burritos, porque la carga ya era mucho menor, y porque aquellas pobres gentes los necesitaban más que él. Cuando finalmente se puso en camino hacia Egipto, había pasado mucho tiempo y había gastdo mucho de su tesoro. Pero se dijo que seguramente el Rey Mesías sería comprensivo con él, porque lo había hecho por sus hermanos.

En el camino hacia el país de las pirámides tuvo que detener muchas otras veces su marcha. Siempre se encontraba con un necesitado de su tiempo, de su vino o de su aceite. Había que dar una mano, o socorrer una necesidad. Aunque tenía temor de volver a llegar tarde, no podía con su buen corazón. Se consolaba diciéndose que con seguridad el Rey Mesías sería comprensivo con él, ya que su demora se debía al haberse detenido para auxiliar a sus hermanos.

Cuando llegó a Egipto se encontró nuevamente con que Jesús ya no estaba allí. Había regresado a Nazaret, porque en sueños José había recibido la noticia de que estaba muerto quien buscaba matarlo al Niño. Este nuevo desencuentro le causó mucha pena a nuestro Rey Mago, pero no lo desanimó. Se había puesto en camino para encontrarse con el Mesías, y estaba dispuesto a continuar con su búsqueda a pesar de sus fracasos. Ya le quedaban menos burros, y menos tesoros. Y éstos los fue gastando en el largo camino que tuvo que recorrer, porque siempre las necesidades de los demás lo retenían por largo tiempo en su marcha. Así pasaron otros treinta años, siguiendo siempre las huellas del que nunca había visto pero que le había hecho gastar su vida en buscarlo.

Finalmente se enteró de que había subido a Jerusalén y que allí tendría que morir. Esta vez estaba decidido a encontrarlo fuera como fuese. Por eso, ensilló el último burro que le quedaba, llevándose la última carguita de vino y aceite, con las dos monedas de plata que era cuanto aún tenía de todos sus tesoros iniciales. Partió de Jericó subiendo también él hacia Jerusalén. Para estar seguro del camino, se lo había preguntado a un sacerdote y a un levita que, más rápidos que él, se le adelantaron en su viaje. Se le hizo de noche. Y en medio de la noche, sintió unos quejidos a la vera del camino. Pensó en seguir también él de largo como lo habían hecho los otros dos. Pero su buen corazón no se lo dejó. Detuvo su burro, se bajó y descubrió que se trataba de un hombre herido y golpeado. Sin pensarlo dos veces sacó el último resto de vino para limpiar las heridas. Con el aceite que le quedaba untó las lastimaduras y las vendó con su propia ropa hecha jirones. Lo cargó en su animalito y, desviando su rumbo, lo llevó hasta una posada. Allí gastó la noche en cuidarlo. A la mañana, sacó las dos últimas monedas y se las dio al dueño del albergue diciéndole que pagara los gastos del hombre herido. Allí le dejaba también su burrito por lo que fuera necesario. Lo que se gastara de más él lo pagaría al regresar.

Y siguió a pie, solo, viejo y cansado. Cuando llegó a Jerusalén ya casi no le quedaban más fuerzas. Era el mediodía de un Viernes antes de la Gran Fiesta de Pascua. La gente estaba excitada. Todos hablaban de lo que acababa de suceder. Algunos regresaban del Gólgota y comentaban que allá estaba agonizando colgado de una cruz. Nuestro Rey Mago gastando sus últimas fuerzas se dirigió hacia allá casi arrastrándose, como si el también llevara sobre sus hombros una pesada cruz hecha de años de cansancio y de caminos.

Y llegó. Dirigió su mirada hacia el agonizante, y en tono de súplica le dijo:
- Perdoname. Llegué demasiado tarde.

Pero desde la cruz se escuchó una voz que le decía:
- Hoy estarás conmigo en el paraíso.

Tomado de: Mamerto Menapace, Entre el brocal y la fragua

https://www.facebook.com/Saldetucielo2

lunes, 6 de enero de 2014

Los Reyes Magos...


 Dios hizo brillar una estrella y ésta los guió 




Jesús está ahí pequeño y humilde... los Reyes le adoraron y entregaron su corazones, le ofecieron oro, incienso y mirra...yo te ofrezco mi corazón Niñito Dios. 



SALMO RESPONSORIAL                                                    71, 1-2. 7-8. 10-13

R.     ¡Pueblos de la tierra alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey
y tu rectitud al descendiente de reyes,
para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud. R.

Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;
que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.

Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas
      le paguen tributo.
Que los reyes de Arabia y de Sabá
      le traigan regalos;
que todos los reyes le rindan homenaje
y lo sirvan todas las naciones. R.

Porque Él librará al pobre que suplica
y al humilde que está desamparado.
Tendrá compasión del débil y del pobre,

y salvará la vida de los indigentes.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...