Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar, si con ellos miro, nunca volveré a pecar-Catholic.net
gadgets para blogger

Arriba Vainillitas!

Photobucket
English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

martes, 24 de enero de 2012

SANTA MARIA DE LA PAZ


Reina de la paz, ruega por nosotros


En la fiesta de tu Inmaculada Concepción 
vuelvo a venerarte, oh María, 
al pie de esta estatua, 
que desde la plaza de España 
permite a tu mirada materna 
abarcar esta antigua ciudad de Roma, 
tan querida para mí. 

He venido aquí, esta tarde, 
a rendirte el homenaje 
de mi devoción sincera. 
En este gesto se unen a mí, en esta plaza, 
innumerables romanos, 
cuyo afecto me ha acompañado siempre 
durante todos los años 
de mi servicio a la Sede de Pedro. 

Estoy aquí con ellos para iniciar el camino 
hacia el 150° aniversario del dogma 
que hoy celebramos con alegría filial. 

Reina de la paz, ruega por nosotros

A Ti se dirige nuestra mirada 
con mayor conmoción; 
a Ti recurrimos con confianza más insistente 
en este tiempo marcado 
por muchas incertidumbres y temores 
por la suerte presente y futura 
de nuestro planeta. 

A Ti, primicia de la humanidad 
redimida por Cristo, 
finalmente liberada 
de la esclavitud del mal y del pecado, 
elevamos juntos 
una súplica ferviente y confiada:  
Escucha el grito de dolor de las víctimas 
de las guerras 
y de numerosas formas de violencia, 
que ensangrientan la tierra. 

Disipa las tinieblas 
de la tristeza y de la soledad, 
del odio y de la venganza. 
Abre la mente y el corazón de todos 
a la confianza y al perdón. 

Reina de la paz, ruega por nosotros.
 
Madre de Misericordia y de Esperanza, 
obtén a los hombres y a las mujeres 
del tercer milenio 
el don valioso de la paz:  
paz en los corazones y en las familias, 
en las comunidades 
y entre los pueblos; 
paz, sobre todo, para las naciones 
donde cada día 
se sigue combatiendo y muriendo. 

Haz que todos los seres humanos, 
de todas las razas y culturas, 
encuentren y acojan a Jesús, 
que vino a la tierra 
en el misterio de la Navidad 
para darnos Su paz.
María, Reina de la paz, 
danos a Cristo, 
Paz verdadera del mundo.
     Juan Pablo II

Fuente:mariamediadora.com

sábado, 21 de enero de 2012

A MI HIJO


Sólo por hoy, en la mañana, voy a sonreír cuando vea tu rostro y a reír cuando tenga ganas de llorar.
Sólo por hoy, en la mañana, voy a dejarte escoger la ropa que té vas a poner, voy a sonreír y a decirte que te queda perfecta.
Sólo por hoy, en la mañana, voy a pasar por la lavandería y a pasar por ti, para llevarte al parque a jugar.
Sólo por hoy, al mediodía, voy a dejar los platos en la cocina y voy a dejarte que me enseñes como armar ese rompecabezas juntos.
Sólo por hoy, en la tarde, voy a desconectar el teléfono y a apagar la computadora, para sentarme junto a ti en el jardín para hacer burbujas de jabón.
Sólo por esta tarde, no voy a reclamarte ni siquiera a murmurar, cuando tu grites y llores cuando pase el carro de los helados, y voy a salir contigo a comprarte uno.

Sólo por esta tarde, no voy a preocuparme sobre que va a ser de ti cuando crezcas y voy a pensar otra vez todas las decisiones que haya hecho acerca de ti.
Sólo por esta tarde, te dejaré que me ayudes a hornear unas galletas y no voy a estar detrás de ti tratando de arreglarlas.
Sólo por esta tarde, te llevaré a Mc Donald’s y vamos a comprar una Cajita Feliz para ambos, para que tengas los dos juguetes.
Sólo por esta tarde, te estrecharé en mis brazos y te contaré una historia acerca de cuando tu naciste y sobre lo mucho que te quiero.
Sólo por esta noche, te dejaré salpicar en la tina y no me voy a enojar.
Sólo por esta noche, te dejaré despierto hasta tarde, mientras nos sentamos en el porche a contar las estrellas.
Sólo por esta noche, estaré junto a ti por horas y extrañaré mis programas favoritos de TV.
Sólo por esta noche, cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras oras, simplemente daré gracias a Dios por el mayor regalo que he recibido.
Voy a pensar en las madres y en los padres que están ahora buscando a sus hijos extraviados; las madres y padres que visitan a sus hijos en sus tumbas en lugar de en sus camas, y en las madres y padres que están en los hospitales mirando sufrir a sus hijos, gritando por dentro por no poder hacer nada más.

Y cuando te dé un beso de buenas noches te voy a estrechar un poco más fuerte, más tiempo. Así, agradeceré a Dios por ti y no le pediré nada, excepto, un día más. 

Fuente:encuentra.com

viernes, 6 de enero de 2012

...y llegaron los Reyes Magos!


..llegaron los Reyes Magos... trayendo a cada niñito del mundo...   SALUD, PAZ, AMOR y muuuchas BENDICIONES!!! 


Amiguitos del Club Vainillitas... el blog descansa un tiempito... vacaciones cortitas en familia... Muchas Bendiciones y gracias por estar ahí... Cariños!!! 





miércoles, 4 de enero de 2012

Seguir la estrella


Vimos su estrella en el Oriente...  
Seguir la estrella
Seguir la estrella
Los magos nos enseñan que la verdadera fe es entregarse a lo que nos pide Dios.

1. En el medio oriente en tiempos de Cristo había muchos magos estudiosos de diversas materias: medicina, arquitectura, las estrellas. Los magos que visitaron al recién nacido eran, según parece, estudiosos de las estrellas.

La verdadera ciencia siempre lleva a Dios. A través de la contemplación de las maravillas del universo se puede tocar a Dios de alguna manera y fortalecer nuestra fe. Preguntaron a un astronauta ruso si había visto a Dios allá arriba y él respondió que no; hicieron la misma pregunta a un astronauta estadounidense y él también respondió que no, pero que sí lo había sentido; de todos modos, añadió el mismo astronauta, no es necesario subir al espacio para sentir la presencia de Dios, basta salir al jardín y contemplar las flores.

2. Los magos nos dan un ejemplo de lo que es la verdadera fe: es una fe que compromete, que lo pone a uno en marcha, que nos saca de la propia comodidad.

3. Los magos dieron a Jesús lo mejor que tenían: oro, incienso y mirra. Lo importante no es lo que uno da a Dios sino el corazón desprendido y generoso que lo da.

¿Qué puedo dar a Dios? Lo que Él más aprecia es el don de uno mismo. Una cosa que nos pide Dios, y muchas veces se lo damos a regañadientes, es nuestro tiempo. Hay que dar tiempo a Dios los domingos yendo a misa, hacer un espacio en nuestro horario para orar, confesándonos frecuentemente, dedicando una porción de nuestra semana al apostolado. 


Autor: Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...