Confiando en María
En medio de la oscuridad de este mundo tenebroso dominado por el Maligno, hay una Estrella que brilla con todo su fulgor. Es María Santísima, que nos guía con su luz al puerto de salvación y nos lleva de la mano, si nos dejamos guiar por Ella, por caminos de felicidad y amor.
Cuando sintamos miedo porque las cosas se complican y parece que, humanamente no hay solución, ¡no tengamos miedo!, sino invoquemos a María, llamémosla en nuestro auxilio, pero sobre todo, ¡confiemos, confiemos, confiemos en Ella! Porque en definitiva nada pasa sin que Dios lo quiera o al menos lo permita, y nada, absolutamente nada sucede sin que María lo quiera o al menos lo permita en nuestras vidas. Por eso nuestra confianza en la Virgen debe aumentar de día en día, y decirle frecuentemente: ¡Madre mía, confianza mía!, y vivir tranquilos en su regazo, sabiendo que junto a Ella no hay nada realmente malo que nos pueda suceder, porque todo será para mayor gloria de Dios y bien de las almas, y especialmente de la nuestra.
Mis queridas Amigas Vainillitas preciosa entrada dedicada a nuestra Mamita del Cielo.
ResponderEliminarEl blog está muy bonito, no pude visitarl@s por cuestiones familiares que vamos superando.
Que María les cubra con su santísimo manto siempre.
¡Feliz Semana!
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