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sábado, 26 de abril de 2014

LEYENDA DEL SANTO ROSARIO

Yo siempre me preguntaba ¿A quién se le habrá ocurrido repetir las Aves Marías tantas veces? ¿Que sentido tiene?, etc.
Una leyenda cuenta que un Hermano Luego que no era sacerdote de la Orden de los Dominicos, no podía leer los Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época, porque no sabía leer ni escribir.
A él le correspondia las tareas de portero, barrendero, hortelano, etc... Cuando terminaba sus labores por la noche se iba a la capilla del convento y se arrodillaba frente a la imágen de la Virgen María, y recitaba 150 avemarías (el número de los salmos), luego se retiraba a su celda a dormir.
Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus hermanos y se dirigía a la capilla para repetir su costumbre de saludar a la Virgen.
El Hermano Superior notaba que todos los días, cuando llegaba a la capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes, había un exquisito olor a rosas recién cortadas y le dió curiosidad, por lo que preguntó a todos quién se encargaba de adornar el altar de la Virgen tan bellamente, a lo que la respuesta fué que ninguno lo hacía, y los rosales del jardín no se notaban faltos de sus flores.
El Hermano que le tocaba casi todos los oficios, enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas.
¿Pero cómo? Nadie lo había visto nunca salir del convento, ni mucho menos sabían él que comprara las bellas rosas.
Una mañana les extrañó que se había levantado pero no lo hallaban por ninguna parte; Buscándolo todos al fin se reunieron en la capilla, cada monje que entraba quedaba asombrado, puesto que él hermano luego de estar arrodillado frente a la imagen de la Virgen, recitando extasiado, con una fuerte pasión y devoción sus avemarías, una rosa aparecía en los floreros cada vez que se dirigía a la Santísima Virgen.
Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.
Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, por revelación de la Santísima Virgen dividió las 150 avemarías en tres grupos de 50, los asoció a la meditación de la Biblia: Los Misterios Gozosos, los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos, a los cuales el Beato Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos.
CARGUEN SU ROSARIO TODOS LOS DIAS.
- Cuando cargas tu Rosario, es un dolor de cabeza para Satanás.
- Cuando usas tu Rosario, Satanás colapsa.
- Cuando él te ve rezando el Rosario, se desvanece.
- Vamos a Rezar el Rosario cada vez, de manera de mantenerlo desvanecido.
- Tu sabias que cuando trates de re-enviar este mensaje, Satanás va a tratar de desanimarte?
Ahora que comprenden y cada vez que lo recen, cada Ave María es una preciosa rosa para la Virgen.

Estoy seguro de que todos conocemos esta bella oración que es el Santo Rosario.
http://www.virgenmariaauxiliadora.com/Rosario/Leyenda-rosario.php

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