En otras épocas, la manera de comportarse en la mesa, el como tomar
los cubiertos, cortar los alimentos etc. no se enseñaban
específicamente, ya que los niños naturalmente absorbían esto después de
ver día a día como lo hacían los mayores. Parecía entonces como si las
personas nacieran con esos conocimientos. El reunirse alrededor de la
mesa como familia, ha sido el centro de la vida social desde tiempos
remotos.
Parece que la vida moderna nos impide cada vez más seguir con esa
tradición. La mesa ha sido sustituida por el cuarto de la televisión,
gran número de familias desayunan, comen o cenan viendo el televisor.
¿Usted cree que estos niños van a saber de modales y comportamiento en
una mesa de forma espontanea y natural? (Sin mencionar en esta ocasión,
la poca o nula comunicación que hay entre ellos).
Los buenos modales por lo tanto ya no se heredan, ni son cosa obvia
para cualquier persona inteligente. La etiqueta en la mesa es algo que
se debe enseñar. El poner la mesa significa mucho más que depositar en
ella los cuchillos y los tenedores. Implica crear un decorado para la
comida y la conversación, preparar un clima y una atmósfera que subsista
mucho después de que se haya olvidado lo que se sirvió.
Es común que cuando vienen invitados a nuestra casa, saquemos la
vajilla buena, las copas finas, pongamos flores en la mesa, y un bonito
mantel. Sin embargo en lo cotidiano, estos detalles no parecen tener
importancia. Ponemos la vajilla de todos los días, la que quizá nos
hemos acostumbrado ya a verla despostillada, o el de plástico,
servilletas de papel, con el pretexto de que es más práctico.
Se nos olvida que los invitados más importantes de la casa, los
invitados de honor son los miembros de la familia. Afuera vivimos en un
ambiente hostil, y llegar a la mesa debería ser un oasis. Sin cambiar el
menú, la comida se ve diferente si está presentada en una bonita
vajilla, con una flor o unas hojas verdes en el centro que alegren la
vista, servilletas de tela , no de papel...al cabo, para eso está la
lavadora. Hay que usar los cubiertos elegantes que nos regalaron de
bodas y que siguen nuevos porque los usamos cada mil años. Hasta una
pizza, tamales o una hamburguesa que pedimos por teléfono, nos saben
distintos si los presentamos atractivamente.
El temor que con frecuencia nos aqueja es que las cosas se puedan
romper. Pero eso no importa. Las cosas son para disfrutarlas y para
usarlas. Bien dice mi amigo, German Dehesa que cuando compramos las
cosas, compramos la preocupación por ellas. Por lo tanto, nos vamos
convirtiendo en sus esclavos . Piense que, si no las usa hoy, las van a
disfrutar sus nueras y yernos el día de mañana. Así que saque sus cosas
finas, bonitas y úselas a diario. Le aseguro que a toda su familia le va
a encantar, y se van a sentir muy halagados.
Además ahora se usa alternar diferentes vajillas, tipos de copas,
manteles individuales, y servilletas. Su mesa se verá muy moderna.
Lo importante es que hagamos de la mesa cotidiana un lugar sagrado.
Que el sentarnos a comer sea un momento de reposo y renovación. El
ritual protege. Protege la convivencia, la comunicación, preserva el
sentido de armonía, de la estética, el orden, la tradición, los valores,
etcétera.
Los romanos en tiempos de los emperadores hacían del comer todo un
ritual, usaban el mantel blanco como símbolo de pureza , y pulcritud. Se
vestían en forma especial antes de la comida más importante del día. En
México, la mesa de Moctezuma se cubría con una manta de algodón como
símbolo que definía un espacio limpio, sagrado que lo separaba de la
tierra.
Cada día nos ofrece tres preciosos momentos para reunirnos. Si las
actividades de cada uno en la familia no lo permiten, esforcémonos por
hacerlo al menos una vez al día, o dos veces por semana, y luchemos
porque las comidas no se lleven a cabo frente a la televisión.
Habría que rescatar la idea de que las comidas se conviertan en un
rito. La culpa de que las buenas maneras y costumbres se pierdan o se
olviden no es de los jóvenes, es de los adultos que permitimos que esto
suceda poco a poco.
Valores
Fuente: http://encuentra.com/
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