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martes, 24 de abril de 2012

UN NIÑO APRENDE LO QUE VE

En otras épocas, la manera de comportarse en la mesa, el como tomar los cubiertos, cortar los alimentos etc. no se enseñaban específicamente, ya que los niños naturalmente absorbían esto después de ver día a día como lo hacían los mayores. Parecía entonces como si las personas nacieran con esos conocimientos. El reunirse alrededor de la mesa como familia, ha sido el centro de la vida social desde tiempos remotos.

Parece que la vida moderna nos impide cada vez más seguir con esa tradición. La mesa ha sido sustituida por el cuarto de la televisión, gran número de familias desayunan, comen o cenan viendo el televisor. ¿Usted cree que estos niños van a saber de modales y comportamiento en una mesa de forma espontanea y natural? (Sin mencionar en esta ocasión, la poca o nula comunicación que hay entre ellos).

Los buenos modales por lo tanto ya no se heredan, ni son cosa obvia para cualquier persona inteligente. La etiqueta en la mesa es algo que se debe enseñar. El poner la mesa significa mucho más que depositar en ella los cuchillos y los tenedores. Implica crear un decorado para la comida y la conversación, preparar un clima y una atmósfera que subsista mucho después de que se haya olvidado lo que se sirvió. 

Es común que cuando vienen invitados a nuestra casa, saquemos la vajilla buena, las copas finas, pongamos flores en la mesa, y un bonito mantel. Sin embargo en lo cotidiano, estos detalles no parecen tener importancia. Ponemos la vajilla de todos los días, la que quizá nos hemos acostumbrado ya a verla despostillada, o el de plástico, servilletas de papel, con el pretexto de que es más práctico. 

Se nos olvida que los invitados más importantes de la casa, los invitados de honor son los miembros de la familia. Afuera vivimos en un ambiente hostil, y llegar a la mesa debería ser un oasis. Sin cambiar el menú, la comida se ve diferente si está presentada en una bonita vajilla, con una flor o unas hojas verdes en el centro que alegren la vista, servilletas de tela , no de papel...al cabo, para eso está la lavadora. Hay que usar los cubiertos elegantes que nos regalaron de bodas y que siguen nuevos porque los usamos cada mil años. Hasta una pizza, tamales o una hamburguesa que pedimos por teléfono, nos saben distintos si los presentamos atractivamente. 

El temor que con frecuencia nos aqueja es que las cosas se puedan romper. Pero eso no importa. Las cosas son para disfrutarlas y para usarlas. Bien dice mi amigo, German Dehesa que cuando compramos las cosas, compramos la preocupación por ellas. Por lo tanto, nos vamos convirtiendo en sus esclavos . Piense que, si no las usa hoy, las van a disfrutar sus nueras y yernos el día de mañana. Así que saque sus cosas finas, bonitas y úselas a diario. Le aseguro que a toda su familia le va a encantar, y se van a sentir muy halagados. 


Además ahora se usa alternar diferentes vajillas, tipos de copas, manteles individuales, y servilletas. Su mesa se verá muy moderna. 

Lo importante es que hagamos de la mesa cotidiana un lugar sagrado. Que el sentarnos a comer sea un momento de reposo y renovación. El ritual protege. Protege la convivencia, la comunicación, preserva el sentido de armonía, de la estética, el orden, la tradición, los valores, etcétera. 

Los romanos en tiempos de los emperadores hacían del comer todo un ritual, usaban el mantel blanco como símbolo de pureza , y pulcritud. Se vestían en forma especial antes de la comida más importante del día. En México, la mesa de Moctezuma se cubría con una manta de algodón como símbolo que definía un espacio limpio, sagrado que lo separaba de la tierra. 

Cada día nos ofrece tres preciosos momentos para reunirnos. Si las actividades de cada uno en la familia no lo permiten, esforcémonos por hacerlo al menos una vez al día, o dos veces por semana, y luchemos porque las comidas no se lleven a cabo frente a la televisión. 


Habría que rescatar la idea de que las comidas se conviertan en un rito. La culpa de que las buenas maneras y costumbres se pierdan o se olviden no es de los jóvenes, es de los adultos que permitimos que esto suceda poco a poco. 


Valores
Fuente: http://encuentra.com/

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