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Antes de la Comunión
Lo
primero que debemos hacer para realizar una buena Comunión es pensar y meditar a
Quién vamos a recibir. Porque en nuestro trato social, siempre nos ponemos y
disponemos mejor cuanto más importante o amada es la persona a quien vamos a
recibir de visita.
Pues
bien, en la Comunión viene el Ser más respetable, que es Dios mismo, y es además
el ser más amado y digno de todo nuestro amor, así que tenemos que ponernos la
mejor ropa y estar con las mejores disposiciones.
Y la
mejor ropa, además, debe estar limpia, o sea que tenemos que tener el alma
limpia de todo pecado grave, mediante la confesión sacramental con un sacerdote.
Porque quien recibe a Jesús en pecado grave o mortal, no sólo no glorifica a
Dios ni le rinde homenaje, sino que es como que se burla de Él y comete un
sacrilegio, y come y bebe su propia condenación.
Entonces
la primera condición para recibir la Comunión es estar en gracia de Dios, en su
amistad, de lo contrario no debemos acercarnos a comulgar.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del
Altar.
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