Préstame Madre tus ojos, para con ellos mirar, si con ellos miro, nunca volveré a pecar-Catholic.net
gadgets para blogger

Arriba Vainillitas!

Photobucket
English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documentales Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 21 de marzo de 2014

LA FUERZA DE UN RECUERDO

Tengo muchos recuerdos de mi padre y de cómo crecí a su lado en nuestro  departamento junto a las vías del tren elevado. Durante veinte años oímos el rugido del convoy cuando pasaba por la ventana de su dormitorio.

De noche, tarde, papá esperaba solo en las vías el tren que lo llevaba a su empleo en la fábrica, donde trabajaba en el turno de medianoche.


Esa noche en particular, esperé con él en la oscuridad para despedirlo. 

Su rostro estaba triste. Su hijo menor, es decir yo, había sido  reclutado. Le tomarían juramento a la mañana siguiente a las seis, mientras él estaba en su máquina de cortar papel en la fábrica.



Mi padre había hablado de su rabia. No quería que "ellos" se llevaran a su hijo de sólo diecinueve años, que nunca había bebido o fumado un cigarrillo, a pelear en una guerra en Europa. Puso sus manos en mis delgados hombros.


-Ten cuidado, Srulic, y si alguna vez necesitas algo, escríbeme y me ocuparé de que lo consigas.

De pronto oímos el rugido del tren que se aproximaba. Me abrazó con  fuerza y me besó suavemente en la mejilla. Con los ojos llenos de lágrimas murmuró:

-Te quiero, hijo mío.

Entonces llegó el tren, las puertas lo encerraron dentro y desapareció en la noche.

Un mes más tarde, a los cuarenta y seis años, mi padre murió. Tengo setenta y seis en el momento de sentarme a escribir esto. Una vez oí a Pete Hamill, el periodista de Nueva York, decir que los recuerdos son la mayor herencia de un hombre, y tengo que coincidir con él. Sobreviví a cuatro invasiones en la Segunda Guerra Mundial. He tenido una vida llena de todo tipo de experiencias. Pero el único recuerdo que permanece es el de aquella noche en que mi papá me dijo: "Te quiero, hijo mío".

Autor: Ted Kruger
encuentra.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...