Cuentan que cierto emperador chino,
cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una
insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo
rodeaban:
- Vamos, síganme.
Pronto destruiré a mis enemigos.
Cuando el emperador y sus tropas
llegaron a donde estaban los rebeldes, el rey trató afablemente a éstos,
quienes, por gratitud, se sometieron a él
nuevamente.
Todos los que formaban
el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de
aquellos que se había sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera
al ver que el soberano trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes
habían sido rebeldes.
Entonces, el primer ministro preguntó con enojo al
emperador:
- ¿De esta manera cumple vuestra
excelencia su promesa? Dijo que veníamos a destruir a sus enemigos y sin
embargo, los ha perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los ha
tratado.
Entonces el emperador, con actitud
magnánima, dijo:
- Les prometí
destruir a mis enemigos; y todos ustedes ven que ya nadie es enemigo mío,
a todos, los he hecho mis amigos.
Humanamente, lo que
tendemos a hacer es aplicar la ley del Talión para retribuir lo que se nos hizo
y pagamos el mal con mal y el bien con bien. A quien nos levanta la voz le
gritamos, si nos ofendieron buscamos ofender y así sucesivamente. Pero
algunos van mucho más allá y a quien piense o se vea diferente lo hacen a
un lado declarándolo enemigo.
Sin
embargo, Jesús nos ha dejado una enseñanza: “Ustedes han oído la ley que dice:
“Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡Ama a tus enemigos! ¡Ora
por los que te persiguen! De esta manera, estarás actuando como verdadero
hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues Él da la luz de su sol tanto a los
malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por
igual.
Si sólo
amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos
cobradores de impuestos hacen lo mismo. Si eres amable sólo con tus
amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo
mismo. Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es
perfecto.
Si basados en nuestros parámetros de justicia,
nuestras ideas y conceptos, decidimos que aquellos que nos lastimaron están
condenados a nuestra eterna indiferencia, que los que se ven diferente a
nosotros deben permanecer lejos y que nuestro amor sólo debe ser expresado a
quienes nos tratan bien; ¿cómo sabrá el mundo del amor de Dios? Ninguno de
nosotros sabe la historia de esas personas ni por lo que están pasando, por lo
que si juzgamos basados sólo en apariencias o en hechos aislados, estaríamos
cometiendo un terrible error.
Si nos
acercáramos a ellos con amor, buscando la paz en lugar de la confrontación,
podríamos conocerlos y entender sus decisiones y lo más importante, podríamos
mostrarles que hay gente que busca seguir las enseñanzas del Maestro, que viven
lo que predican y, así, el mundo podría ser un lugar
mejor.
¡Anímate a ser diferente, usa la
estrategia del amor y conquista a tus enemigos!
Autor Desconocido
http://elistas.egrupos.net/grupo/semillas
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