"Seamos realmente seguidores de Cristo. No compitamos en esta Navidad por quién regala más y mejores cosas. No seamos víctimas de la SOCIEDAD DE CONSUMO que mueve y utiliza las fiestas litúrgicas para fines materiales.
No nos dejemos utilizar por el espíritu del mundo. ¡¡¡CRISTO NACE POBRE!!! Y comprar sin medida para dar una sorpresa momentánea cuando tantos mueren de hambre y no son socorridos es una burla a la misma vida cristiana que debemos llevar.
Podemos utilizar ese dinero para salir con nuestros hijos, amigos, parientes a distribuír comida a los pobres que están en las calles por todos lados. Esto es mejor que regalar algo que queda en el olvido y luego se tira.
Nos regalamos cosas entre nosotros.... Pero el homenaje es para el Niño Dios que no recibe nada. Enseñemos a nuestros hijos y hagámoslo nosotros también:
Coloquemos una urna a los pies del niñito Jesús para depositar diariamente a través de un papel, los sacrificios, ofrendas, oraciones, prácticas de virtudes que hemos hecho. Al final tendremos el regalo que él quiere.
Hagamos una buena y santa confesión de nuestros pecados y será la Navidad más auténtica que hayamos vivido.
No acostumbremos a nuestros niños a darle regalos cuando el homenajeado es el mismo Niño que sufrió, murió y resucitó por ellos.
Que todas nuestras miradas vayan a Cristo pobre y humilde que nace para nuestra salvación y que nos recuerda su segunda venida: venida que se realizará en el momento menos pensado, pero "pronto".
Acudamos al Inmaculado Corazón para que nos prepare a recibir a Jesús. Ese puede ser un regalo maravilloso: ir al Inmaculado Corazón para encontrar cita con el Niño allí, en el altar de las bodas de la naturaleza divina y humana. Feliz Navidad".
(Padre Carlos Spahn - Exorcista)